El proyecto NADA SE PIERDE consiste en practicar el “aprender haciendo” y enfrenta la problemática de la desinformación del uso de restos orgánicos. Se desarrolla a través de talleres formativos en sectores poblacionales y establecimientos educacionales de educación básica, convocados e invitados previamente.La jornada de trabajo, inicia con una charla de introducción a la vida sana, específicamente la alimentación saludable, seguida de un taller práctico de cocina sana y económica.Luego se realiza un taller que contempla el reciclaje de restos orgánicos, fabricación de humus, y concluye con la posterior plantación de semillas en botellas plásticas, usando el humus para crear un huerto sustentable y producir hortalizas libres de transgénicos.Todo esto constituye un ciclo, porque al ingerir alimentos como frutas y verduras, obtenemos humus y semillas, que nos permiten la autoproducción de comida natural y sustentable, logrando una vida más sana y contribuyendo a la economía familiar.