Esta propuesta nace de la problemática presentada en la localidad de Tierradentro, Colombia. Donde los informes estadísticos datan aproximadamente que, alrededor de cada 350 personas (en Inzá), 52 de ellas se encuentran con desnutrición. Según la OMS, “una mala nutrición puede reducir la inmunidad, aumentar la vulnerabilidad a las enfermedades, alterar el desarrollo físico y mental, y reducir la productividad”.Una posible solución ante la problemática anteriormente expuesta se basa en aprovechar los recursos agrícolas que nos proporciona el territorio donde vivimos (zona montañosa), rescatando ciertas actividades como la implementación de huertas en los hogares y retomando distintas recetas nativas que perduraron en la tradición de nuestros antepasados.Así pues, priorizando el sector primario de la economía, se puede reducir las tazas de desnutrición, y a su vez, disminuir los costos monetarios que demanda el mercado actual, facilitando el acceso a una nutrición de calidad.